domingo, 26 de junio de 2011

Los pibes Gonzalo Ramírez y Rafael Cabrera no tienen descanso: Asad les dio un plan físico especial. A crecer.


Faltan 189 noches para despedir el 2011, pero el Turco no pierde tiempo con el engorde de sus borregos. Los púber Rafael Cabrera (21) y Gonzalo Ramírez (19), dos debilidades del DT, ambos mediocampistas de la cantera del Ciclón, se entrenan en doble turno para reforzar sus musculaturas de cara a la pretemporada, que arrancará el 30/6 en el NG.

“¿Ustedes quieren tener su oportunidad en el equipo? Entonces, tienen que perderse las vacaciones, comer sano y romperse el lomo en el gimnasio”, les ofertó el Turco antes del último partido del Clausura, contra Banfield. “No había manera de negarnos. Es un orgullo que el entrenador nos hable de la posibilidad de formar parte del plantel. Tomamos estos entrenamientos con felicidad porque queremos jugar en Primera”, cuenta Pinky, el enganche de la Reserva que firmó su primer contrato hace un año, durante el mandato del Cholo, pero nunca llegó a debutar.

La rutina fue pactada entre el preparador físico del plantel profesional, Patricio Pisano, y la nutricionista de Inferiores. Es que además del doble turno (10:30 y 15:30), los chicos deben alimentarse de una manera especial: en las cuatro comidas diarias sólo pueden ingerir carnes, pastas, frutas y colaciones.

“El tema no es que coman más, sino que lo hagan bien, moderados. Es una dieta deportiva para que lleguen 10 puntos a la pretemporada. Tal vez, los pibes no estén acostumbrados a hacerla, pero la alimentación es fundamental para un profesional como son ahora ellos”, explicó Pisano, quien les encargó la tarea a los profes Alfredo Weber (de Inferiores, ex cuerpo técnico del Bambino en el Ciclón) y Ariel Gómez (coordinador de los PF del club).

La idea del cuerpo técnico es que antes de partir a San Luis, Cabrera y Ramírez estén en condiciones físicas de practicar con sus compañeros. “Como sabemos cuál es el premio, no nos molesta pasar la tarde en el club. Y si no nos toca estar en la pretemporada, no nos quejaremos porque no podemos andar comiendo porquerías todo el día, je”, se anima Pinky.

Claro: panza llena, corazón contento.

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